Las personas enteramente letradas sólo con gran dificultad pueden imaginarse cómo es una cultura oral primaria, o sea una cultura sin conocimiento alguno de la escritura o aun de la posibilidad de llegar a ella. Tratemos de concebir una cultura en la cual nadie haya nunca tratado de indagar algo en letra impresa. En una cultura oral primaria, la expresión consultar en un escrito es una frase sin sentido: no tendría ningún significado concebible. Sin la escritura, las palabras como tales no tienen una presencia visual, aunque los objetos que representan sean visuales. Las palabras son sonidos. Tal vez se las llame a la memoria, se las evoque. Pero no hay donde buscar para verlas.
[ ... ] En una cultura oral, la restricción de las palabras al sonido determina no sólo los modos de expresión sino también los procesos de pensamiento.
Uno sabe lo que puede recordar. Cuando decimos que conocemos geometría de Euclides, no queremos decir que en ese momento tenemos presentes cada uno de sus teoremas y comprobaciones, sino antes bien podemos traerlos a la memoria con facilidad. Los conocimientos organizados que estudian los letrados hoy en día para saberlos, es decir, para recordarlos, se han reunido y puesto a su disposición por escrito con muy pocas excepciones, si las hay. Éste es el caso no sólo de la geometría euclidiana sino también de la historia de la revolución norteamericana o incluso los promedios de bateo o los reglamentos de tránsito.
Una cultura oral no dispone de textos. ¿Cómo reúne material organizado para recordarlo? Con la ausencia total de toda escritura, no hay nada fuera del pensador, ningún texto que le facilite producir el mismo curso de pensamiento otra vez ...
[ ... ] En una cultura oral primaria, para resolver eficazmente el problema de retener y recobrar el pensamiento cuidadosamente articulado, el proceso habrá de seguir las pautas mnemotécnicas, formuladas para la pronta repetición oral.
[ ... ] El pensamiento extenso de bases orales, aunque no en verso formal, tiende a ser sumamente rítmico, pues el ritmo ayuda a la memoria, incluso fisiológicamente ...
[ ... ] Las fórmulas ayudan a aplicar el discurso rítmico y también sirven de recurso mnemotécnico, por derecho propio, como expresiones fijas que circulan de boca en boca y de oído en oído. Las expresiones fijas, a menudo rítmicamente equilibradas, ocasionalmente pueden hallarse impresas, de hecho pueden consultarse en libros de refranes, pero en las culturas orales no son ocasionales. Son incesantes. Forman la sustancia del pensamiento mismo. El pensamiento, en cualquier manifestación extensa, es imposible sin ellas, pues en ellas consiste ...
Walter Ong
Oralidad y escritura
(fragmento)
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